lunes, 14 de enero de 2013

Crónica de la primera jornada de liga

El pasado Sábado día 12 comenzó la liga guipuzcoana de ajedrez con tres equipos de Villabona Xake en competición. Después de la desastrosa temporada pasada, que mejor olvidar, ésta nueva tiene que ser la de la remontada, por eso se espera mucho de todos los jugadores. Somos los de siempre, aunque hay una agradable y significativa incorporación: después de una larga cesión al equipo Ruta Europa y no es otra que la de J. Antonio Munita. Digo cesión porque sus discípulos siempre supieron que un día volvería a casa, como en navidad, al igual que dijo él una vez.
Este año el equipo A militara en primera después de perder la máxima categoría provincial la pasada temporada en una última jornada en la que se juntó alguna carambola poco favorable con una derrota muy dura en Gros por cuatro a cero, pero como agua pasada no mueve molino, lo único que queda es mirar hacia delante y recuperar cuanto antes la categoría que se merece este equipo, que hay que recordar que quedo subcampeón de preferente solo un año antes del descenso. Hoy por hoy, nadie puede discutir la condición de favoritos para lograr algunas de las plazas que otorgan el ascenso de categoría, pero hay que demostrarlo día a día sin menospreciar a nadie, porque una mala jornada puede dar al traste con las aspiraciones del equipo. Por eso se ha de estar contento con el comienzo esperanzador tras la victoria por tres a uno contra Zarautz que por cierto ha cambiado de nombre y de ahora en adelante se llamará C. Iriondo Z.K.E.

El primer tablero lo defendió el buque insignia del equipo, José Luis Guijarro, que por lo visto está peleando con las damas, ya que jugó casi toda la partida sin la suya, pero con la compensación de tener tres piezas mayores de ventaja. Y es que ya sabemos todos que José Luis no da puntada sin hilo, y si su contrincante conserva la dama y el no, es porque la ventaja esta por otro lado. Resumiendo, que sin dama pero con buen ataque y con un peón en séptima, fue comiendo terreno poco a poco hasta la rendición de su adversario. No me salvaré de que alguien me llame pelota, pero he de decir, una vez más, que es una suerte tenerte con nosotros José Luis. Podéis ver la extraordinaria partida a continuación.


 
Y llegamos al segundo tablero con el regresado Munita, que no dejó pasar la oportunidad de empezar con buen pie su aportación de puntos al equipo, y logró unas tablas en pocos movimientos. Como hacen los que más saben, algo que el mismo me comentó, no había tenido más incidencias que la de tener las fuerzas igualadas.
El tercer tablero fue el del sufrimiento, y lo digo por mí, porque aunque todos saben lo bien que utiliza su tiempo Ernesto, yo desde fuera no hago más que sufrir cuando veo que le da a su reloj, con solo diez segundos o menos, una vez tras otra, y tras otra, y otra, y es que si Ernesto no se carga de tiempo no es Ernesto. Su partida fue contra Daniela, una de las pocas mujeres que tenemos la suerte de ver en competición, y una buena ajedrecista que puso muy en apuros a nuestro jugador, y le obligó a sudar tinta para dar la vuelta a la contienda, ya que la partida se le complicó seriamente en el medio juego y solo la defensa espartana del que no quiere dar su brazo a torcer hizo que Daniela cometiera un fallo y fue entonces donde la partida se puso de cara, y poco a poco Ernesto fue avanzando un peón con intención de coronar, que terminó con la resistencia de Daniela. Una gran partida que se llevó a su terreno Ernesto por su sólida resistencia, pero por favor, ¡date un minuto extra a tu reloj, que uno no gana para sustos!
En el cuarto tablero, cómo no, Juan Ignacio Sáenz, el incansable, y digo el incansable porque una temporada tras otra siempre le toca desplazarse para jugar con su equipo, y son ya muchas las que han pasado desde que Juan Ignacio comenzó a jugar con Villabona. Su partida terminó entablada y logro el medio punto que faltaba en una partida parecida a la de Munita, con las fuerzas igualadas. Un tres a uno que como comento Munita vale para conseguir el objetivo final. Que no decaiga.
En segunda nos enfrentamos entre nosotros con objetivos diferentes: el Villabona B aspira a recuperar la categoría de primera, que también perdió la pasada campaña, y el Villabona C a mantenerse ya que la mayoría de sus integrantes son los del equipo desaparecido de tercera, el D, que no se ha podido formar este año ante la espantada de chavales. Recuerdo la cantidad de niños que había cuando yo llegue al club hace 10 años: me acuerdo de Julen Clark, de Balerdi, Xabier Corredera, que era uno de los mejores, de Eneko Maiz etc. De todos aquellos solo perduran los dos Aitores, Aitor Alkorta y Aitor Villena, ambos valores presentes y futuros del club.
En los últimos años los viernes por la tarde los chavales acudían al club por decenas, hasta que lo de siempre, uno lo deja por el futbol, su amigo le sigue, otro se cansa y poco a poco solo se quedan los más interesados, que son los que realmente importan al club, ni los mejores ni los peores si no los más interesados. Y es que de todos los últimos chavales se han quedado con nosotros tres que forman y seguramente formarán parte del equipo los próximos años: Iñigo Arin, Unai Maiz y Unai Atxaga, son el fruto de la última cosecha de chavales y seguro que nos darán muchas alegrías en el futuro.
El resultado fue favorable por tres y medio a medio para Villabona B, David parron fue el único que no pudo ganar contra Aingeru Martínez que estuvo a punto de dar un susto a David, cuando todo apuntaba a que se llevaría la partida al llevar una pieza de más. En el segundo tablero Iñaki arrillaga ganó a Javi Maiz, este último en su segundo año en el equipo se puede ver la progresión desde que vino con su hijo, que es uno de los jóvenes valores anteriormente mencionados, y que perdió en el tercer tablero contra mí, pero se defendió bastante bien en la apertura y en el medio juego hasta que se equivocó al final y no pudo remontar. Completó el enfrentamiento Aitor Villena contra Unai Atxaga, ganando Aitor y dando el último punto al B.
Y como siempre, ya sabéis: ¡QUE NO DECAIGA!




Al comienzo de la batalla